Salvador Sobral y Ede en Sant Joan (La Lluna en Vers)

Tengo que reconocer que, desde hace un par de años, cuando se acerca el verano y empiezan a anunciarse los diferentes ciclos de conciertos, suelo estar bastante pendiente de la propuesta de La Lluna en Vers, el ciclo que organiza la Fundació Mallorca Literària. La experiencia en ediciones pasadas, en las que me acerqué ‘a ciegas’ a algún concierto, siempre ha sido excelente, y todas las veces he salido entusiasmado y con ganas de seguir escuchando a los artistas presentados. Por lo que este año aguardaba con ganas el momento de volver a dejarme sorprender.

Y ese momento llegó el pasado sábado en Sant Joan, en el Santuari de Consolació, donde Ede y Salvador Sobral ofrecieron un doble concierto realmente soberbio. Pasadas las nueve y media de la noche, con algo de retraso sobre lo previsto y unos 900 espectadores aguardando, la cantate madrileña Ede, acompañada por Ale López al contrabajo, apareció en el escenario para presentar Lucero, su primer LP. Y lo hacía de una forma novedosa, pues como ella misma comentó estrenaban formación: «después de tantos conciertos por toda España presentando el disco, esta es la primera vez que lo hacemos con esta formación, por lo que para nosotras también es como estrenar y lo convierte en algo muy especial».

Fue especial para ellas y también para un público que conectaba poco a poco con lo que sucedía en el escenario por el talento que se demostraba y por la sinceridad que desprendía Ede cuando explicaba de dónde salen sus canciones, que hablan sobre superarse, del amor (propio y ajeno) y de saber encontrar un sitio en este mundo. Además de presentar su último LP, hubo momentos para recuperar algunos de sus primeros temas. «Tranquila» o «Quemas» sonaron a piano y voz, demostrando que cuando hay talento pocos elementos se necesitan para dejar al público con la boca abierta. Y por si fuera poco, dos artístas invitadas se encargaron de redondear el espectáculo: la sevillana Maria Yfeu, con la que cantó «Aire», un tema de la cantante extremeña Maddy Beyton, y Magalí Sare, quien minutos más tarde volvería al escenario acompañando a Salvador Sobral.

Pero antes de que el portugués apareciese en escena, Ede nos regaló el que sin duda fue el momento más especial de la noche, que llegó con «La Jardinera», de Violeta Parra, con ella y Ale entre el público cantando a capela, sin micro, solo acompañadas por sus palmas y el silencio absoluto de la audiencia. Tras eso, y con la tímida colaboración de los asistentes, sonó «Te espero», que cerraba un concierto excelente.

Y tras un largo discurso en el que presentó a su banda, dejó patente dos cosas: por un lado, el buen rollo y lo bien que se lo pasan encima del escenario, desprendiendo una alegría contagiosa; y por otro su sentido del humor, que no tiene reparos de reírse incluso de sí mismo: «Venimos a presentar mi último disco. El anterior no lo tocamos, pero es que tampoco era muy bueno».

También entre el público inició su concierto Salvador Sobral, cantando «Amor a capella», canción que abre su último LP Timbre. Fue paseando entre los espectadores y saludando a los amigos de su Erasmus en Mallorca de hace 15 años. Unos meses que, como el propio cantante explicó en un mallorquín muy fluído, fueron cruciales para tomar la decisión de dedicarse a la música. Y tras un largo discurso en el que presentó a su banda (Katerina L’Dokova al piano, Andre Rosinha al contrabajo, Magalí Sare a las voces y la flauta, Eva Fernández a las voces y el saxo, Joel Silva a la batería y Sebastià Gris a la guitarra), dejó patente dos cosas: por un lado, el buen rollo y lo bien que se lo pasan encima del escenario, desprendiendo una alegría contagiosa; y por otro, su sentido del humor, que no tiene reparos de reírse incluso de sí mismo: «Venimos a presentar mi último disco. El anterior no lo tocamos, pero es que tampoco era muy bueno». En «Al Llegar», canción que en el disco interpreta junto a Jorge Drexler, comentó: «No ha venido porque sale muy caro, así que la cantaré con Eva».

Las risas y los aplausos se sucedían a medida que el concierto avanzaba y Salvador interactuaba con la audiencia. La primera parte transcurrió con toda la banda alternando canciones en castellano y portugués, combinando temas propios del lisboeta con versiones de Lupicínio Rodrigues y Geraldo Azevedo, entre otros. Más tarde Sobral se quedó a solas con el piano y, tras «Isso e aquilo», llegó el momento que muchos esperaban: empezaron a sonar los primeros acordes de «Amar pelos Dois», que el público entonó tímidamente. «No ha estado mal, pero hasta en China la han cantado más fuerte», fue la divertida reacción del músico. Después, una versión de «A Case of you», de Joni Mitchell, cerró este interludio mientras la banda al completo volvía a tomar posiciones para encarar la segunda parte, en la que sonaron melodías más animadas y festivas. Como «Sempre Vens Assim», canción de Magalí Sare sobre un poema de Fernando Pessoa y con melodía de glosa que se canta en Manacor durante Sant Antoni.

Antes de terminar, Ede subió al escenario para cantar junto a Sobral «Só Um beijo», acompañados por la guitarra de Sebastià Gris y creando un momento realmente mágico y bello que dio paso a «pedra quente», con la que Salvador y toda su banda se despidieron entre el público bailando y cantando.